En el caso de la asistencia a discapacitados los beneficios que un perro puede aportar refieren a diferentes niveles

1. Diferentes estudios científicos han mostrado que el contacto entre perros y personas produce una disminución del estrés y un incremento de las sensaciones de placer. Estas manifestaciones son acompañadas por cambios neuroendocrinos como la reducción de la tasa cardiaca y del cortisol (hormona que se libera en el estrés) y un incremento de las endorfinas y la oxitocina vinculadas al placer y las sensaciones de apego en los vínculos.
2. El beneficio social es doble. Por un lado los pacientes reportan una disminución de las sensaciones de soledad y por otro lado, el perro funciona como un nexo entre el discapacitado y otras personas. El perro favorece el acercamiento de la gente al discapacitado y produce una focalización de la atención en la mascota y no en la enfermedad, lo que facilita el vínculo inicial.
3. Autonomía. Los perros adiestrados para discapacitados pueden cumplir diferentes funciones de auxiliar del dueño lo que permite que el mismo desarrolle más autonomía de otras personas. Esto produce una mejora en el bienestar del paciente y a nivel práctico mejora la calidad de vida. Las acciones más comunes que puede realizar un perro adiestrado para discapacitados incluyen:

• Abrir y cerrar puertas.
• Abrir y cerrar cajones.
• Encender y apagar luces.
• Traer, llevar y sostener objetos en la boca.
• Acompañar caminando en junto a la silla de ruedas o muletas siguiendo el ritmo de su dueño.
• Sentarse, echarse a la orden.
• Quedarse quieto en un lugar mientras su dueño realiza alguna actividad.
• Trucos y destrezas.

En nuestra escuela realizamos adiestramiento de animales para discapacitados motores. Para ello podemos adiestrar el perro que ya posee el paciente en el caso de que muestre ser un animal apto para desarrollar tal trabajo.

También podemos asesorar al futuro dueño sobre que perro adquirir y como elegirlo adecuadamente.